Plumas invitadas
Las fábulas de Pla Ventura
Entre lo Divino y lo Pagano
Frases célebres
Noticias
videos de Facundo Cabral
 

El contenido de esta página requiere una versión más reciente de Adobe Flash Player.

Obtener Adobe Flash Player

 
 
< Volver a "Las Fábulas de Pla Ventura"
 
 

Fábula de Pla Ventura

DESENCANTO

  • Número de capítulos publicados: 100
  • Publicación semanal cada miércoles
 
  Publicación del próximo capítulo: miércoles 09/10/2024  
 
   DESENCANTO: Capítulo # 34 06/05/2010
  HA MUERTO ROBERTO  

T

ras haber estado el día anterior con El Mago, Arango se sentía feliz ante lo que representaba su debut en La México luego, apenas pasada la media tarde. Dicha actuación, en el coso más grande del mundo, dejaba al diestro colombiano lleno de ilusiones. Y para ratificar su  dicha, en un momento tan especial, hasta tenía la fortuna de contar con la presencia de su amadita, situación que lo colmaba de gozo.

Se había formado un gran revuelo ante lo que sería su actuación esa misma tarde; La México lo esperaba y, los aficionados que por alguna razón no habían podido adquirir sus entradas con la debida anticipación,  pujaban ya desde muy temprano por la mañana,  para adquirir las últimas pocas  localidades  disponibles que quedaban. Hacía mucho tiempo que un diestro extranjero no concitaba tanto interés como lo había logrado Arango.

El hotel en el que se hospedada era un verdadero hervidero de gente. Todo el taurinismo de México quería saludar al diestro colombiano. Y en parte, toda esta atención de los mexicanos, se debía a su loable actitud ante la muerte de Raúl García en Bogotá,  cuando él,  Luís Arango se comportó de aquella manera tan humana y solidaria con la familia del diestro muerto en Colombia. Dicha noticia corrió como un reguero de pólvora por todo  México y, ahora, los mexicanos, querían rendirle gratitud a Luís Arango.

Todo hacía presagiar una tarde inolvidable.

No eran las doce del mediodía  cuando, Arango  ya se hallaba recluido en su habitación. El diestro estaba concentrado ante lo que sería su debut en La México y, quería estar solo. Había atendido ya a los medios de comunicación y, por unas horas, deseaba  privacidad, con el objeto de  concentrarse al máximo.

En la habitación lo acompañaba solamente Luz puesto que, los miembros de su cuadrilla  y su apoderado, descansaban en otras  habitaciones paralelas. En casos como el citado, estar muy centrado en lo que será su futura actuación ayuda mucho al diestro que tiene que salir al ruedo a jugarse la vida y, Arango, sabedor del compromiso que le esperaba quería estar solo para lograr ese grado máximo de concentración. Relajado y feliz, el diestro se había quedado dormido.

Sonó el teléfono, y  lo atendió presurosa Luz  para que Luis no fuera a despertarse, con el ruido del timbre, del fastidioso aparato.

-¡Dígame! –Dijo Luz-

-Señorita Luz, le paso una llamada de Colombia; desean hablar con el matador. –Dijo el recepcionista del hotel-

-¡Por favor, por favor, el señor Arango! – Se escuchaba decir a  una voz angustiada-  -¡Póngame con Luís Arango!  -Se oía al otro lado del cable-

-¿Quién habla? ¡Soy Luz, su novia! –Respondió la muchachita -

-Luz, mi amor, soy  María  la madre de Luís; ¡pásamelo  hija, por favor te lo suplico!

-Está descansando, doña María. ¿Le ocurre algo?  -Preguntó con preocupación - .

-¡Si, hijita, una desgracia muy grande! ¡Ha muerto Roberto! y terminado de decir esto, rompió en llanto-.

Roberto Arango era el hermano mayor de Luís, un muchacho trabajador y honrado que se ganaba la vida como empleado de una fábrica de balas. La causa de su muerte, totalmente fortuita, no fue otra que, un compañero de Roberto, haciéndole una broma con una pistola, ¡te voy a matar! –Le dijo–  Mientras le apuntaba con la misma, creyendo que dicha pistola estaba descargada pero al sonar el fatídico clic del gatillo, instantáneamente cae derrumbado y sangrando a Roberto que, tres segundos más tarde, yació inerte en el suelo. Los allí presentes, quedaron helados y estupefactos; todos creían, en principio, que se trataba de una broma. Serafín, el que disparó,  era el primero que deseaba que esto no fuera  verdad, a pesar de la roja  sangre que fluía, a pesar de la quietud de su amigo. ¿Quién iba a pensar que  esa  pistola tenía una bala en su interior o que no tenía puesto el seguro?  Ellos trabajaban en una fábrica de balas y había normas de seguridad industrial muy estrictas al respecto. Es más, nunca luego, se pudieron explicar como llegó esa pistola allí. El revuelo que se formó no tuvo parangón en la historia de la fábrica; todos  en un primer momento quedaron sin habla,  pero luego todo fue un caos de gritos, súplicas, pedidos de médicos, órdenes y contra órdenes de llamados a ambulancias. Lo que se presuponía era un juego, una chanza entre compañeros, en breves instantes se tornó un drama insalvable.

Y allí tendido, para certificarlo, quedó el cuerpo sin vida de Roberto Arango en el medio de  un gran charco de sangre. La bala le atravesó el cerebro y, su muerte fue súbita.

Serafín entró en un estado de sock; no podía creerlo. En breves instantes pasó de ser el compañero bromista de Roberto  a convertirse en su asesino. Hasta en un momento cogió la  misma  pistola apuntando a su propia cabeza para quitarse la vida. Era horrible la escena. Y para su fortuna, la pistola no tenía más balas. Fortuna o desdicha, según  el punto de vista de quien lo quiera ver, puesto que, Serafín deseó con todas sus fuerzas que dicha arma hubiera tenido otra munición.

Allí se amontonaron todos los compañeros de Serafín y Roberto, incluyendo a la dirección de la empresa y, atónitos todos, contemplaban la escena. Un drama inmenso, porque ya no quedaba nada por hacer, ya no había remedio para tal situación. 

Serafín tuvo que ser  hospitalizado debido al trauma que había sufrido. Mientras tanto, el cuerpo sin vida de Roberto Arango era trasladado a la morgue policial.

- ¡Doña María, por Dios! ¿Cómo dice? -Exclamó Luz-

-¡Han matado a Roberto! ¡Sí, Dios mío, Luz, han matado a Roberto!

-¡Señora, por el amor de Dios; no puede ser posible!

-¡Si, mi amor, si lo es! ¡Ocurrió esta mañana!  En la fábrica donde trabajaba mi pobre hijito -comenzó a contarle la desconsolada madre entre sollozos- , un compañero, gastándole una broma  lo  apuntó con una pistola, ésta tenía una bala y le atravesó el cerebro causándole la muerte en el acto.  ¡Estoy deshecha! ¡No tengo consuelo! ¡Todos estamos rotos por el dolor! Luís debe saberlo hija, antes de que se entere por los noticieros. Te juro que jamás lo hubiera llamado en este día  porque se que todas sus ilusiones están puestas en lo que será su presentación esta tarde en la plaza de toros de México. Pero no quiero, que se entere en un momento más inoportuno aún, de la muerte de su hermano. No quiero perder otro hijo. Y yo se, que él nunca me perdonaría que yo no se lo dijera ni bien ocurrió, pero... ¡Ay Dios mío! ... no se que hacer hija, porque si él no puede cancelar la presentación y tiene que salir igual al ruedo, va ha estar muy afectado. El quería mucho a Roberto. Eran muy apegados. ¿Qué piensas Luz? ¿Cuándo se lo decimos a Luís? Tengo la cabeza nublada y el corazón roto, hija... No se bien, como proceder.

-Doña María,  estoy convencida de que este es, sin duda alguna el momento más dramático que le debe haber tocado vivir en su vida. También lo es para la mía. Sus miedos, son ahora mis miedos. Quedo con el corazón estrujado, Y la acompaño, lo mejor que puedo, en su sentimiento. Soy consciente de su desconsuelo. De momento, rece usted por Roberto y, mañana cogemos el primer avión que salga para Cali, para estar ahí junto a usted  y abrazarla. Dejemos ahora todo en manos de Dios; nada más podemos hacer.

-¡Esta bien hija! Se que amas a Luis, por lo tanto respeto tu decisión, ya que tu estás ahí y sabes a ciencia cierta, cuales son las posibilidades que tiene mi hijo de llegar al ruedo y terminar su actuación sin que ningún pájaro agorero, le de la mala nueva. ¡Un abrazo hijita, los espero!

Como quiera que sucedió que  Luís se había quedado dormido a la espera de la hora del frugal  almuerzo  que elige tomar el torero previo a su actuación, no se había enterado de la conversación de su amadita con su madre. Luz estaba desolada, con el rostro desencajado; no  le quedaba más opción que contárselo todo al diestro. El tema era en qué momento lo hacía. Lógicamente,  la situación era de un dramatismo que asustaba. Más aún para la corta edad de la joven muchacha. Arango, pocas horas más tarde, tenía que jugarse la vida, de ahí la concentración que había pedido y, la noticia que tenía que recibir podía causarle estragos en su alma.

Luz estaba inquiera, nerviosa, deshecha en su interior. Optó por bajar al hall del hotel para seguir respetando el descanso del diestro. Ella quedó temblando y agradecía que el sueño hubiera vencido plácidamente a su amado y, mientras tanto, decidió  soportar el inmenso dolor de la noticia que había recibido desde Colombia.

No quería encontrarse con nadie por lo que, se recluyó fuera del hall, en el jardín del hotel. Necesitaba pensar cuidadosamente como iba a proceder. Era ella, en su soledad, la que tenía que tomar la decisión de darle o no, la fatal noticia a Luís; si lo hacía  ahora, sabedora de que el compromiso contraído no podía cancelarse, corría el riesgo de que fuera  muy perjudicial para el desarrollo de  la  actuación  de su amado, poniendo en peligro aún mayor su vida; si lo hacía más tarde, Arango podía enojarse por su silencio a lo que para peor, podía sumarse el enterarse quizás por los noticieros segundos antes de su actuación. Era sin dudar un  dilema griego el que le atormentaba su corazón y su mente en esos momentos.

Luz no quería encontrase con ningún miembro de la cuadrilla del torero ni con su apoderado. Su rostro, con toda seguridad, la delataría por completo, porque su cara, ciertamente, lo decía todo. Si alguien conocido la cruzaba ahora, inevitablemente tendría que contar la verdad de cuanto le sucedía. Esconderse de todos en la medida que le fuera posible, fue la solución que adoptó. Apenas faltaba una hora para que Luís almorzara, hecho que los reuniría a todos y, su cara, desencajada por completo, si no lograba remediarla en lo inmediato, iba a delatarla ante el infortunio que estaba padeciendo.

¿En qué momento le dará Luz a Luís la noticia de la desgracia familiar que estaban padeciendo?

 

 
  Nombre
  Email
 
  Comentario
 
INSERTE EL CÓDIGO para activar su opinión
CAPTCHA Image
código:     ((Pincha si no puedes leer el código))

 
consulta y respeta las normas de uso
 
  Autor: noelia 07/05/2010
  Tu imaginación vuela!!!
No salimos de una, que ya nos
tienes preparada otra !!!

Es un gran dilema que se le pre-
senta a Luz y ella sola es muy
joven para tomar una decisión tan
importante como es la de comuni-
carle a Luis la muerte de su her-
mano. Opino como Criatina, pués
Luz debería hablar con el Apodera-
do del Torero, y juntos, incluso
con la cuadrilla también, tomar
la decisión de contarle a Luis lo
sucedido.

Pienso que no puede salir al ruedo
ingnorando la muerte de su herma-
no.
Las grandes figuras que se deben
a su público ante todo, están he-
chas de una pasta especial y no
pueden faltar a la cita que tienen
con él. Son artistas pero sobre
todo deben ser profesionales.

Recuerdo, cuando yo era joven, que
en el Gran Teatro del Liceo se da-
ba la Opera Madame Buterfly y can-
taba la gran Diva del momento RE-
NATA TEBALDI. El día anterior se
habia muerto su madre, a la que
estaba muy unida. Cuando inició -
los primeros compases de su canto
se le quebró la voz pero siguió
su representación hasta el final
con perfección absoluta.
En el momento de los aplausos, el
público del Liceo, muy exigente,
enfrió estos aplausos y al día
siguiente todos los peródicos de
la ciudad se hacian resonancia del
hecho.

Digo esto, porque también se dá
el caso en actrices, actores, mú-
sicos, políticos, empresarios,
etc... y gentes sencillas y anó-
nimas que en un momento de su vida
han tenido que guardar su dolor
y cumplir con el compromiso adqui-
rido, aunque después venga el de-
rrumbe anímico, porque por algo
somos humanos.

Querido Luis, eres una caja de -
sorpresas y no se que nos tiene
preparado... pero de lo que estoy
segura es que será interesante,
cautivador y todo de muy buena
calidad.

¡Hasta el próximo capítulo!

Abrazos,
Noelia.

 
  Autor: Cristina 06/05/2010
  ¡ Hola Luis !

¡ Diablos ! ... ¡ Qué momento tan angustiante les estás haciendo pasar a las dos mujeres que más ama el torero ! ...

¡ Pobre madre ! ... ha perdido un hijo por una insensatez ... y tiene su corazón pendiendo de la incertidumbre respecto a lo que pueda acontecer con el otro que en un rato nomás y dependiendo de la voluntad de Dios, de la suerte ... o vaya a saber de que cosa ... puede que llegue a la lidia que le toca llevar a cabo, sin enterarse de la muerte de su hermano .... y no le sume entonces, peso de más al hecho de por sí, de jugarse la vida ante un toro.

¡ Es horrible Luis ! ...

Lo ideal sería que se pudiera cancelar su presentación ... ¿ Se puede ? ... ¿ Qué pasa en estos casos en el mundo de los toros ? .... ¿ Toreros “ suplentes “ ... existen ? ...

Obviamente que la gente vino para verlo a él ... pero la gente no puede exigir por el precio de un boleto ... así sea el más caro que haya pagado ... a un hombre que exponga su vida si momentos antes de tener que hacerlo recibe una noticia derrumbante ... que lo deja de rodillas ... como podría ser el caso de Arango, si es que se entera antes de entrar al ruedo.

¡ Y no quiero ni pensar si llegase a enterarse durante ! ... ¡ Dios no lo permita ! ...

Y pobre amadita ... ella es una muchachita fuerte ... pero una decisión así pulveriza a cualquiera por más guapo que se presuma.

¡ Tiene que haber una salida que no sea poner en un riesgo aún mayor la vida del diestro ! ... no puede ser que no se pueda cancelar la presentación de Arango ...

¿ Y si el torero se cayera en la bañadera cuando se ducha y se rompe una pierna .... ? ... ¿ acaso no se suspendería su presentación ? ...

Bueno, si él se entera antes del paseíllo ... puede que se le rompa el alma ... físicamente tal vez solo se le note en el gesto ... pero por dentro estará sangrando ... desgarrado ... ¿ No es más que suficiente razón para suspender su presentación ? ... ¿ Por qué exponerlo ? ...

Si el tema es financiero ... supongo que toda presentación taurina debe estar cubierta por algún tipo de poliza de seguro ... o algo así ... por lo tanto, esta poliza ... debería ... cubrir los gastos e indemnizaciones por lo que fuera ... es decir ... ¡ Báh ! ... ¡ qué se yo ! ... ¡ ALGO TIENE QUE HABER ! ...

Luz tendría que averiguar esto .... pienso que DEBERÍA CONFIAR en Rodolfo .... es el apoderado y supongo que sabe sobre estos trámites ...

No puede proteger a su amado de lo inesperado, es decir ... de alguien que incluso sin mala intención ... se acerque al diestro y le diga ... “ Lo siento mucho matador, lamento lo de tu hermano. Te acompaño en el sentimiento. ¿ Cómo estás sobrellevando esta desgracia ?. ¿ Estás seguro que podés con ella ?. ¿ Vas a entrar al ruedo nomás?. ” ...

Y además ... primordialmente ... creo que por mucho que duela ... también la decisión de Arango cuenta en esta circunstancia ... es su vida la que se pone en juego ... y es su hermano el que murió ... es su madre la que está sufriendo ... es su profesionalismo el que se debate ... y se trata también de la vida de los hombres de su cuadrilla, que de él dependen ...

¿ Puede el amor que siente su amada obviar todas estas razones ?.

No me parece que sea una decisión para tomar sola. Tampoco me resulta lógico que la madre de Luis haya delegado esa decisión en una jovencita de tan solo 18 años ...

Pero bueno, la vida ES lo que ES ... ¿ Cierto ?.

¡ Qué DIOS ilumine la cabecita de Luz ... porque su corazoncito está roto de amor ! ...

Y no se Luis ... si darte o no las ... ¡ GRACIAS ! ... por este capítulo ... porque ... ¡ cómo hacés sufrir ... vos ! ... ¿ eh ?. Bueno, supongo que sí ... que igual debo agradecerte .. ya que toda situación de esta índole sea real o inventada – como puede ser este caso -, guarda una enseñanza ... y yo por suerte estoy de “espectadora” ... así que entonces ...¡ GRACIAS igual ! ... bello amigo.

¡ Hasta el próximo capítulo !.

Cris