E l agua va bajando, se puede ver el lodo como un paisaje austero adorando las calles donde hasta escasos días correteaban los niños. El agua va bajando y mientras va corriendo por los campos se ha llevado años de sacrificio de mi gente y lo poco que da, lo poco que queda no sirve para nada, todo está contaminado, todo ha quedado vestido con el barro podrido, ese barro por el cual hoy tratan de volver a sus hogares, sabiendo que sólo hay ruinas, que el agua se llevó todo, sabiendo que vendrán noches largas sin más compañía que el cielo y la luna, en caso que la lluvia no vuelva a castigarlos.
Los efectos devastadores del temporal en Argentina Ellos son humanos en el camino, humanos porque aún caminan y luchan por no entregarse a la desidia, a la avaricia, a la corrupción de quienes debieron hacer las obras que corresponden para que esta tragedia no volviera a azotar a tanta gente.
Cada vez que pasan estas cosas los primeros en salir a socorrer a tanta gente, es la misma gente que tuvo la suerte de no inundarse y entonces ahí es cuando nos volvemos más hermanos y todos tiramos para el mismo lado. Pidiendo donaciones, llevando comida y abrigo a tanto niño descalzo, a tantas madres que aún se las puede ver con sus viejas ojotas y sus ropas mojadas.
Esta imagen sustenta por completo las palabras de Lilian Luego y como pasa siempre la noticia llegará a cada rincón del país y entonces explotarán los estadios de futbol, los centros de evacuados, las escuelas que se salvaron de la inundación y la gente de buen corazón irá llevando sus bolsitas con lo que pueda.
Más tarde pasaran por las rutas Argentinas grandes camiones con distintas leyendas y en toda una sola misión: Llegar a los necesitados, a los que lo perdieron todo, a los que sufren muchas veces en silencio a ver como nuevamente sus vidas se han teñido de gris oscuro. ¿Eso es Argentina cuando pasa alguna tragedia, políticos? ¡Bien, ahí andan en sus sucias campañas....¡No tengo calificativo que suene grosero para ponerles un nombre!
Humanos en el camino, con frío, con hambre, con dolores del cuerpo y del alma, esos no se curan así nomás, esos pueden quedarse para toda la vida. Niños que se cuelgan del primero que se acerca con una bolsa con pan o una olla de comida, niños pisando el lodo porque ya no tienen calzado, niños sin ropa, pasando frío, pasando penurias, cuando ellos deberían ser cuidados cuan se cuida un preciado tesoro porque ellos son nuestro futuro palpable, ellos son nuestra ¡única esperanza!
Ante esta imagen sobran todas las palabras ¿Si tengo bronca me preguntan? ¡Pues si señores! Tengo bronca, tengo dolor, tengo tristeza y no lo oculto ni quiero hacerlo, porque quienes hemos sufrido en esta vida, sabemos lo que es perderlo todo, sabemos lo que es sentirse solo y sabemos lo que es muchas veces no saber a quién acudir porque en las buenas están todos, pero en las malas, ahí se ven pocas manos que quieran ayudar.
Humanos en el camino.... ¡Dios proveerá!
Humanos en el camino.... ¡El pueblo está con ustedes!
¿Los políticos? ¡Bien, gracias!....Ellos están muy ocupados cuidando sus mansiones, sus dólares, sus cuestiones personales.
Dios se apiade de ellos, porque de mis hermanos inundados ni se acuerdan.
Lilian E. De Marco |